En
el ámbito educativo la computadora se consolida como una verdadera herramienta
de aprendizaje, por cuanto refuerza los conocimientos mediante la utilización
de material instruccional computarizado; además de cambiar los estilos de enseñanza
a través de las aulas de computación. En opinión de Hanny (2000) “la
computadora abre los espacios para que el estudiante pueda vivir nuevas
experiencias (difíciles de lograr por medios tradicionales) en la que pueda
manipular los objetos dentro de un ambiente de exploración” (p. 134). Ante este
señalamiento, se infiere que la computadora genera nuevos campos, especialmente
en la educación puesto que permite nuevas maneras de abordarla, de escoger los
contenidos y la pedagogía de manera innovadora.
Pero
estas escogencias, considera Godenberg (2005) llevan con ellas la carga de
realizar juicios, debido a que no todo lo que puede hacerse debe hacerse. Es
importante entonces considerar que las preguntas adecuadas en educación sobre
tecnología no son sobre temas amplios como qué hardware o software utilizar,
sino desde cómo cada uno funciona en un determinado currículo hasta los efectos
que tienen en la forma de plantear problemas particulares a los alumnos. Para
cada caso único, se debe juzgar si el uso de la tecnología es efectivo y
apropiado o no. De esta manera Marqués (2007) considera que:
Estamos ante una nueva cultura que
supone nuevas formas de ver y entender el mundo que nos rodea, que ofrece
nuevos sistemas de comunicación interpersonal de alcance universal e informa de
“todo”, que proporciona medios para viajar con rapidez a cualquier lugar e
instrumentos tecnificados para realizar nuestros trabajos, y que presenta
nuevos valores y normas de comportamiento. (p. 1)
En
otras palabras, los docentes deben ampliar sus habilidades y destrezas en el
mundo de la tecnología y todo lo que se puede lograr hacer en un aula de
computación a favor del proceso de aprendizaje de los estudiantes. Aunado a
ello, las tendencias posmodernistas de
la educación alertan a los países para que asuman la responsabilidad de
consolidar una formación integral del ciudadano con pensamiento humanista, que
conecte su realidad escolar con la vida cotidiana y el entorno social, en tal
sentido, la UNESCO a través de la Comisión Nacional sobre Educación para el
siglo XXI, tal como lo señala Castellanos (2005) plantea que "Aprender a
conocer, aprender a actuar, aprender a vivir juntos y aprender a ser, son los
cuatro pilares que la Comisión ha señalado e ilustrado como bases de la
educación” (p. 20).
En
atención al pedimento expuesto, es indispensable asignar nuevos objetivos a la
educación, desde una perspectiva más amplia que debería llevar a cada persona a
descubrir e incrementar sus posibilidades creativas, actualizando así el tesoro
escondido que cada persona tiene, acción que supone trascender un visión
puramente instrumental de la educación, para considerar su función en toda su
plenitud: la realización de la persona. De acuerdo a esto, la escuela debe
estar abierta a los cambios que se produzcan desde el punto de vista educativo
para permitir la formación del aprendiz de manera cónsona con la sociedad
actual, al tomar en cuenta las particularidades que se corresponden con el
contexto donde se da la práctica de las intenciones pedagógicas.
Por
consiguiente el Ministerio de Educación (1998), a través del Currículo Básico
Nacional contempla una serie de cambios importantes, donde el docente es la
piedra angular del sistema escolar y pieza clave en el desarrollo integral del
alumno; en tal sentido manifiesta:
El
docente es el sujeto clave de la reforma educativa, a quien le corresponde
crear el ambiente social en el cual se debe producir y consolidar el
aprendizaje formal. Desde este punto de vista, al docente le corresponde legitimar
en los procesos de enseñanza y
aprendizaje los valores universales socialmente aceptados por la humanidad, el
patrimonio cultural y los recursos ambientales como parte importante del
componente ético que fortalece el espíritu y desarrolla la conciencia. Es tarea
del educador, contribuir con el desarrollo cognoscitivo de sus estudiantes, al
ampliar cada día el campo del saber y diseñar estrategias apropiadas que
estimulen la lectura y el pensamiento lógico creativo (p.31).
Dentro de este marco, se busca convertir el
hecho educativo en el centro de los procesos de cambios sociales, donde se
permita la incorporación del niño cuya actitud ponga de manifiesto la presencia
de alguna dificultad o trastorno de
aprendizaje. Cabe considerar, que de acuerdo a estudios realizados por el
Ministerio de Educación (1998), uno de cada diez educandos está afectado en una
u otra forma de algún tipo de impedimento, estadísticamente el retardo mental
constituye una de las enfermedades neurobiológicas donde el cerebro humano
funciona o estructura de manera diferente. De esta manera, Calderón (2010),
clasifica de la siguiente manera el retardo: leve, moderado, severo y profundo;
los dos primeros pueden desarrollar capacidades cognoscitivas en la escuela
regular o instituciones de educación especial.
Por
consiguiente, el Ministerio de Educación (1996) dentro de su reforma emanó la
Resolución 2005 con el propósito de unificar la incorporación de niños con
dificultades de aprendizajes en la escuela regular; la finalidad de lograr
tales propósitos conlleva a realizar una revisión de los modelos de atención al
educando con dificultades de aprendizajes, es decir, se hace énfasis en la
atención educativa de estos niños partiendo de la concepción de que el ser
humano debe verse desde la perspectiva biológica, psicológica y social.
A
la par con estas consideraciones el Estado Venezolano se plantea promover el
cambio cultural e institucional desde la base del sistema educativo (la
escuela) y así orientar los procesos de transformación que en ella se realice.
De allí, que la Dirección General de Tecnología de Información para el
Desarrollo Educativo, dependencia del Ministerio del Poder Popular para la
Educación, adscrita al Viceministerio de Desarrollo Educativo, según Gaceta
Oficial No. 38.660 del 10 de abril de 2007, asume el tema de la incorporación
de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el proceso de
enseñanza aprendizaje, para la formación integral del ser social, solidario y
productivo.
En
concordancia con lo anterior, el docente ante esta realidad debe asumir el rol
de facilitador, mediador y orientador, para generar al mismo tiempo un
interaprendizaje apoyado en el uso de la computadora como una herramienta
tecnológica que permita una intervención orientada a estimular habilidades en
el proceso de lecto-escritura, cálculo y desarrollo de estrategia de
pensamiento. Al respecto, López (2007) considera:
Las
computadoras son un medio motivador por excelencia en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, se utilizan como herramientas para el desarrollo de
estrategias, entre ellas video-juegos, así como para establecer mecanismos de
orientación y regulación de conducta entre otras aplicaciones que sirven como
medios de enseñanza. La utilización de medios de enseñanza novedosos en el
proceso de enseñanza y aprendizaje de personas con necesidades educativas
especiales de tipo intelectual promueve en buena medida la motivación e interés
de estos alumnos. Ejemplos de estos medios de enseñanza son las diferentes
modalidades de utilización de las TIC, entre ellos: entrenadores,
ejercitadores, simuladores, tutoriales, entornos virtuales de aprendizaje, etc.
(p. 2)
De
esta manera, resulta evidente la importancia del docente y su papel protagónico
en la adaptación del niño con dificultades de aprendizaje al proceso educativo a
través de las TIC. En atención a este punto de vista, surge la necesidad de realizar un trabajo
educativo de intervención directa, haciendo énfasis en las áreas deficitarias,
dando origen a un estudio psicopedagógico que se caracterice por la evaluación
de términos educacionales y psicológicos que sirven de base para la
estructuración en la planificación de estrategias educativas específicas, que
haga énfasis en los aspectos perceptivo de atención y de memoria centrado en la lectura, escritura y cálculo a
través del uso de la computadora.
Con
estas motivaciones, los investigadores observaron en la U. E. B. Sur América
ubicada en El Vigía, estado Mérida, una población en su mayoría de bajo
recursos, donde llama la atención la presencia de estudiantes que presentan
dificultades de aprendizajes que repiten dos y tres veces el mismo grado o
culminan la primaria sin aprender a leer y escribir; a estos niños y niñas
comúnmente, los docentes no les planifica actividades en el aula de computación
acordes para ellos. De esta manera limita la oportunidad de los niños y niñas
con dificultades de aprendizaje a su cargo a beneficiarse de la computadora
como una nueva forma de conocer, puesto que este medio, tal como lo señala Jujervic
(2007) los acerca por curiosidad, por placer a nuevos conocimientos y ofrece a
los docentes, el descentramiento, la de aprender con sus educandos.
Las
posibles causas que ocasionan la situación antes descrita se pueden encontrar
el desconocimiento que tienen los docentes en cuanto al dominio de la
computadora, así como tampoco tienen claro su rol ante el uso de esta
tecnología como herramienta en el proceso de enseñanza y aprendizaje, también
puede incidir la resistencia del educador a realizar actividades con apoyo de
recursos didácticos no tradicionales; asimismo se podría mencionar, la falta de
iniciativa en brindarle al educando nuevas experiencias y expectativas, así
como el desconocimiento de las estrategias didácticas que incentiven al niño y niña
con deficiencia de aprendizaje a desarrollar la competencias lingüísticas y de
cálculo, apatía del docente para llenar el aula de computación de creatividad y
afecto.
Entre
las consecuencias se destacan: escasa adaptación al estudio, deserción, abandono,
bajo rendimiento y pérdida del año escolar, el docente no selecciona, ni
organiza recursos didácticos innovadores para los niños y niñas con deficiencia
en el aprendizaje, por eso, la preocupación de las investigadores ante
educadores que no maneja herramientas y estrategias tecnológicas para ayudar a
estos niños que por sus condiciones no logran
alcanzar las competencias mínimas del grado, para así seguir avanzando
en su formación dentro de sus capacidades y habilidades.
Bajo
esta premisa, se plantea la necesidad de desarrollar estrategias
psicopedagógicas que preparen al docente de la Educación Primaria Bolivariana
de la U. E. Sur América, como punto de partida para atender a la población
estudiantil con dificultades de aprendizaje en el aula de computación, que
ayuden a los alumnos dentro de sus propias capacidades a nivelar y mejorar su
rendimiento académico.
De esta manera, se brinda un verdadero
proceso de ayuda a los estudiantes y en el futuro a casos similares a partir
del uso de herramientas tecnológicas. En atención a la problemática presentada,
se desprende las siguientes interrogantes: ¿Cuáles son los fundamentos teóricos
que sustentan la educación de niños con dificultades de aprendizajes? ¿Cuáles
serán las estrategias computacionales más adecuadas que debe utilizar el
docente como orientador para ayudar a mejorar el proceso de aprendizaje de
estos educandos? ¿Se podrán lograr resultados positivos con la aplicación de
estrategias psicopedagógicas en los estudiantes con dificultades de aprendizajes
dentro del aula de computación?
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